domingo, 15 de marzo de 2015

Teorías del Conocimiento



Teoría del conocimiento
La teoría del conocimiento es el resultado de las investigaciones acerca de la relación que existe entre el sujeto y el objeto, es el estudio sobre la posibilidad, el origen y la esencia del conocimiento, es la identificación de los elementos interactuantes en el proceso del conocimiento. Es el entendimiento del desarrollo histórico del pensamiento.

Se utiliza tanto teoría del conocimiento como gnoseología y epistemología. En gran medida, la utilización de cada uno depende del idioma del que se traduce algún texto que contenga el concepto, o de las referencias filosóficas que se usen para elaborar textos en español sobre ese tema.

Esta serie de connotaciones semánticas diversas, con que se designa a una misma actividad la cual pretende: el saber, qué es, cómo se produce y cuál es la posibilidad de lograr esa producción del conocimiento, se exponen con la intención de que cuando se encuentre algunos de estos conceptos en algún escrito se conozca su origen y significado inicial, y se evite la confusión derivada de su uso indistinto. En nuestro texto utilizaremos como concepto básico el de teoría del conocimiento.

Independientemente del concepto que se utilice en diversos escritos y del sentido que se le quiera dar a cada uno de ellos, es comúnmente aceptado que el objetivo de la teoría del conocimiento es hacer una exposición de los problemas que suscitan la relación entre un sujeto y un objeto, en la acción cognitiva o de conocimiento para el primero, ya sea de manera consciente o no.


Racionalismo. En esta perspectiva se sostiene que el conocimiento tiene su origen en el pensamiento, fuente verdadera y base fundamental del conocimiento humano. Si hay pensamiento, esto se debe a la existencia de objetos que promueven el conocimiento, pero éstos son sólo un medio, por tanto, el conocimiento real es originado por el pensamiento, y lo real es cuando una cosa se acepta tal como es y no de otra manera; si se acepta ese principio, los juicios cubren su necesidad lógica y su validez es universal. El pensamiento es el origen del conocimiento, pero el pensamiento es una acción del sujeto que le viene del exterior por medio de la iluminación divina; por ello, en resumen el pensamiento es la gracia que da la divinidad para que el ser humano, por medio de los sentidos y la razón, pueda conocer. Esta es la postura del racionalismo.

Empirismo. La corriente empirista sostiene que la única causa que da origen al conocimiento es la experiencia, entendida como la relación que tiene el individuo con lo que le rodea, pues el pensamiento es inicialmente una hoja en blanco, desprovista de todo conocimiento, sobre la cual escribe la experiencia. El empirismo se va forjando en hechos concretos que promueven un proceso formado por la experiencia externa (la sensación) y la experiencia interna (la reflexión). La percepción sensorial de los objetos inicia el proceso de conocimiento y la reflexión sobre lo captado es lo que lo consolida.

Intelectualismo. Esta corriente parte del principio de que la razón y la experiencia son fuente del conocimiento en forma conjunta, pero su entendimiento es todo un proceso en el que primeramente se reciben imágenes sensibles de las cosas concretas, la razón activa, como entendimiento, separa lo esencial del complejo percibido. El entendimiento potencial recibe del razonamiento activo lo esencial y sobre ello formula sus juicios. Con ellos se forman los conceptos básicos, de los cuales se parte para hacer una serie de operaciones en el entendimiento potencial que sirven para formular los conceptos más generales con los que se pondrá la base para la formulación de las leyes lógicas del pensamiento.

Apriorismo. En ella se sostiene que tanto la razón como la experiencia son las que promueven el origen del conocimiento, por lo que se puede encontrar una relación entre el racionalismo y el empirismo. Su punto de partida consiste en que siempre hay un a priori cuyos elementos son independientes de la experiencia, pero son inherentes a la razón, por lo que en la razón se encuentra la base del conocimiento aún antes que en la experiencia. El apriorismo se diferencia del intelectualismo en la medida que establece la división entre razón y experiencia en un sentido radicalmente opuesto, inverso; es decir, no se requiere que haya una experiencia, una relación sensorial con un objeto, para que se origine el conocimiento, éste puede derivarse de la actividad pura de la razón. Esas diversas proposiciones que pretenden explicar el origen del conocimiento tiene cada una su fundamento en las reflexiones de una multiplicidad de pensadores, como veremos más adelante, lo que nos indica que éstas son solamente algunas referencias que nos ayudan a identificar las opciones para entender el origen del conocimiento de conformidad con la posición que tengamos frente al proceso.

Corrientes de conocimiento

Una de las propuestas es la del dogmatismo (dogma, doctrina fija), que parte de la idea de que existe en los sujetos, una capacidad absoluta por conocer, por tanto todos los objetos pueden ser conocidos. La capacidad del conocimiento descansa en la razón humana, ya que los objetos pasan al sujeto directamente sin que haya mediación de ningún tipo. Entonces, el conocimiento es inmediatamente posible.

Otra propuesta es la del escepticismo, que se opone a la propuesta dogmática, ya que afirma que es imposible que el sujeto aprenda el objeto de conocimiento, pues lo que piensa del objeto difícilmente es reflejo de lo que percibe de dicho objeto, y ante ello debe evitarse cualquier tipo de juicio que dé una visión falsa de ese objeto. Por tanto, exige la justificación de la capacidad cognoscitiva del sujeto; es decir, que el sujeto afirme su conocimiento con una verificación del mismo.

Hay también una tercera posición, la cual es conocida como criticismo. Esta corriente admite la confianza en la razón humana, pero no en forma indiscriminada y absoluta como el dogmatismo, sino que examina cada una de las aseveraciones de la razón para así determinar si es posible que se logre el conocimiento; el proceder de la propuesta indica que siempre se actúe de una manera reflexiva y crítica ante el conocimiento.

Otra forma del escepticismo es el relativismo subjetivo que conjunta dos concepciones sobre el conocimiento; al subjetivismo y al relativismo. Ambas sostienen que sí existe la verdad, pero su validez es limitada, pues no hay verdad que sea universalmente válida. El subjetivismo considera que la verdad del conocimiento se encuentra en el sujeto que conoce y juzga, por lo que el conocimiento carece de validez objetiva. El relativismo sostiene que todo es relativo, y por ello la posibilidad de conocimiento también es relativa. La diferencia entre ambas radica en que mientras para la primera el sujeto es el que determina el conocimiento, para la segunda, son factores del medio ambiente los que limitan al sujeto en su posibilidad de conocer.

Finalmente, otras de las tendencias principales del escepticismo son el pragmatismo y el ficcionalismo. El pragmatismo niega la posibilidad del conocimiento por la concordancia entre el sujeto y el objeto, ya que sostiene que el ser humano no es un ser dedicado a la especulación y al pensamiento, sino que es un ser eminentemente volitivo y práctico, por tanto, aplica su conocimiento al servicio de su voluntad y de la acción derivada de ella. El ficcionalismo tiene una relación con el pragmatismo en la medida que asume el conocimiento como instrumento para el dominio de la realidad, pero como la ficción es una suposición conscientemente falsa, el conocimiento no es posible ya que la realidad se construye como una ficción en la mente del sujeto


Extraído  de: Metodología de las Ciencias Sociales I 2ª Edición. Gabriel Gutiérrez Pantoja.
 



2 comentarios:

  1. Buen comienzo Richard, Yosmary y Enrique! Incorporen una imagen o diagrama sobre el proceso de conocimiento del texto de Alexis González y continúen ampliando el blog.

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  2. Buen comienzo Richard, Yosmary y Enrique! Incorporen una imagen o diagrama sobre el proceso de conocimiento del texto de Alexis González y continúen ampliando el blog.

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