Teoría
del conocimiento
La
teoría del conocimiento es el resultado de las investigaciones acerca de la
relación que existe entre el sujeto y el objeto, es el estudio sobre la
posibilidad, el origen y la esencia del conocimiento, es la identificación de
los elementos interactuantes en el proceso del conocimiento. Es el
entendimiento del desarrollo histórico del pensamiento.
Se
utiliza tanto teoría del conocimiento como gnoseología y epistemología. En
gran medida, la utilización de cada uno depende del idioma del que se traduce
algún texto que contenga el concepto, o de las referencias filosóficas que se
usen para elaborar textos en español sobre ese tema.
Esta
serie de connotaciones semánticas diversas, con que se designa a una misma actividad
la cual pretende: el saber, qué es, cómo se produce y cuál es la posibilidad de
lograr esa producción del conocimiento, se exponen con la intención de que
cuando se encuentre algunos de estos conceptos en algún escrito se conozca su
origen y significado inicial, y se evite la confusión derivada de su uso
indistinto. En nuestro texto utilizaremos como concepto básico el de teoría del
conocimiento.
Independientemente
del concepto que se utilice en diversos escritos y del sentido que se le quiera
dar a cada uno de ellos, es comúnmente aceptado que el objetivo de la teoría
del conocimiento es hacer una exposición de los problemas que suscitan la
relación entre un sujeto y un objeto, en la acción cognitiva o de conocimiento
para el primero, ya sea de manera consciente o no.
Racionalismo.
En esta perspectiva se sostiene que el conocimiento tiene
su origen en el pensamiento, fuente verdadera y base fundamental del
conocimiento humano. Si hay pensamiento, esto se debe a la existencia de
objetos que promueven el conocimiento, pero éstos son sólo un medio, por tanto,
el conocimiento real es originado por el pensamiento, y lo real es cuando una
cosa se acepta tal como es y no de otra manera; si se acepta ese principio, los
juicios cubren su necesidad lógica y su validez es universal. El pensamiento es
el origen del conocimiento, pero el pensamiento es una acción del sujeto que le
viene del exterior por medio de la iluminación divina; por ello, en
resumen el pensamiento es la gracia que da la divinidad para que el ser
humano, por medio de los sentidos y la razón, pueda conocer. Esta es la postura
del racionalismo.
Empirismo.
La corriente empirista sostiene que la única causa que da
origen al conocimiento es la experiencia, entendida como la relación que tiene
el individuo con lo que le rodea, pues el pensamiento es inicialmente una hoja
en blanco, desprovista de todo conocimiento, sobre la cual escribe la
experiencia. El empirismo se va forjando en hechos concretos que promueven un
proceso formado por la experiencia externa (la sensación) y la experiencia
interna (la reflexión). La percepción sensorial de los objetos inicia el
proceso de conocimiento y la reflexión sobre lo captado es lo que lo consolida.
Intelectualismo.
Esta corriente parte del principio de que la razón y la
experiencia son fuente del conocimiento en forma conjunta, pero su
entendimiento es todo un proceso en el que primeramente se reciben imágenes
sensibles de las cosas concretas, la razón activa, como entendimiento, separa
lo esencial del complejo percibido. El entendimiento potencial recibe del
razonamiento activo lo esencial y sobre ello formula sus juicios. Con ellos se
forman los conceptos básicos, de los cuales se parte para hacer una serie de
operaciones en el entendimiento potencial que sirven para formular los
conceptos más generales con los que se pondrá la base para la formulación de
las leyes lógicas del pensamiento.
Apriorismo.
En ella se sostiene que tanto la razón como la
experiencia son las que promueven el origen del conocimiento, por lo que se
puede encontrar una relación entre el racionalismo y el empirismo. Su punto de
partida consiste en que siempre hay un a priori cuyos elementos son
independientes de la experiencia, pero son inherentes a la razón, por lo que en
la razón se encuentra la base del conocimiento aún antes que en la experiencia.
El apriorismo se diferencia del intelectualismo en la medida que establece la
división entre razón y experiencia en un sentido radicalmente opuesto, inverso;
es decir, no se requiere que haya una experiencia, una relación sensorial con
un objeto, para que se origine el conocimiento, éste puede derivarse de la
actividad pura de la razón. Esas diversas proposiciones que pretenden explicar
el origen del conocimiento tiene cada una su fundamento en las reflexiones de
una multiplicidad de pensadores, como veremos más adelante, lo que nos indica
que éstas son solamente algunas referencias que nos ayudan a identificar las
opciones para entender el origen del conocimiento de conformidad con la posición
que tengamos frente al proceso.
Corrientes de conocimiento
Una
de las propuestas es la del dogmatismo
(dogma, doctrina fija), que parte de la idea de que existe en los sujetos, una
capacidad absoluta por conocer, por tanto todos los objetos pueden ser
conocidos. La capacidad del conocimiento descansa en la razón humana, ya que
los objetos pasan al sujeto directamente sin que haya mediación de ningún tipo.
Entonces, el conocimiento es inmediatamente posible.
Otra
propuesta es la del escepticismo,
que se opone a la propuesta dogmática, ya que afirma que es imposible que el
sujeto aprenda el objeto de conocimiento, pues lo que piensa del objeto
difícilmente es reflejo de lo que percibe de dicho objeto, y ante ello debe
evitarse cualquier tipo de juicio que dé una visión falsa de ese objeto. Por
tanto, exige la justificación de la capacidad cognoscitiva del sujeto; es
decir, que el sujeto afirme su conocimiento con una verificación del mismo.
Hay
también una tercera posición, la cual es conocida como criticismo. Esta corriente admite la confianza en la razón humana,
pero no en forma indiscriminada y absoluta como el dogmatismo, sino que examina
cada una de las aseveraciones de la razón para así determinar si es posible que
se logre el conocimiento; el proceder de la propuesta indica que siempre se
actúe de una manera reflexiva y crítica ante el conocimiento.
Otra
forma del escepticismo es el relativismo subjetivo que conjunta dos
concepciones sobre el conocimiento; al subjetivismo
y al relativismo. Ambas sostienen
que sí existe la verdad, pero su validez es limitada, pues no hay verdad que
sea universalmente válida. El subjetivismo considera que la verdad del
conocimiento se encuentra en el sujeto que conoce y juzga, por lo que el
conocimiento carece de validez objetiva. El relativismo sostiene que todo es
relativo, y por ello la posibilidad de conocimiento también es relativa. La
diferencia entre ambas radica en que mientras para la primera el sujeto es el
que determina el conocimiento, para la segunda, son factores del medio ambiente
los que limitan al sujeto en su posibilidad de conocer.
Finalmente,
otras de las tendencias principales del escepticismo son el pragmatismo y
el ficcionalismo. El pragmatismo
niega la posibilidad del conocimiento por la concordancia entre el sujeto y el
objeto, ya que sostiene que el ser humano no es un ser dedicado a la
especulación y al pensamiento, sino que es un ser eminentemente volitivo y
práctico, por tanto, aplica su conocimiento al servicio de su voluntad y de la
acción derivada de ella. El ficcionalismo
tiene una relación con el pragmatismo en la medida que asume el conocimiento
como instrumento para el dominio de la realidad, pero como la ficción es una
suposición conscientemente falsa, el conocimiento no es posible ya que la
realidad se construye como una ficción en la mente del sujeto
Extraído de: Metodología de las Ciencias Sociales I 2ª Edición. Gabriel Gutiérrez Pantoja.
Buen comienzo Richard, Yosmary y Enrique! Incorporen una imagen o diagrama sobre el proceso de conocimiento del texto de Alexis González y continúen ampliando el blog.
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